Mientras él se entretenía en conseguir una mejor visión de mi trasero, yo intentaba forzar la puerta con un estúpido gancho para el pelo que encima, se me rompió.
- ¿Tienes buenas vistas? - Bufé -.
- Inmejorables -.
Me levanté, ya un poquito de los nervios, y me aparté el flequillo de la cara para lanzarle una mirada con los ojos entrecerrados.
- Eres un cretino arrogante - Le solté-.
No sé porqué me dio la impresión de que él "ya lo sabía".
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